Blindar los entornos digitales de las empresas es indispensable, porque los ciberataques avanzan a la par de la tecnología. El inventario de seguridad es fundamental para lograrlo, toda vez que es la herramienta que aborda las amenazas tecnológicas, físicas y operativas.
Las tecnologías de la información ayudan al cumplimiento de los objetivos, pero no podemos olvidar que internet también abre brechas que atentan contra la seguridad de los datos. Entonces, la protección de la información es crucial.
No importa el tamaño de la organización, todas están expuestas. Datos de ciberseguridad clasificada detallan que, en el año 2022, se registraron 16,8 millones de ciberataques en todo el mudo que abarcan suplantación de identidad, filtración de base de datos, entre otros delitos graves.
Bajo este concepto, detallaremos la importancia de un inventario de seguridad y cómo elaborarlo.
Cuando hablamos de activos críticos nos referimos a aquellos que, si se pierden, se dañan o si son vulnerados, podrían ocasionar un impacto negativo en el negocio. Entre ellos se encuentran:
Los sistemas informáticos y aplicaciones.
Los datos sensibles, como, por ejemplo, información personal, financiera o comercial.
Recursos fundamentales, como la infraestructura física o los recursos humanos.
Para que un inventario de seguridad esté completo, es necesario identificar y catalogar los activos críticos para así evaluar los riesgos a los que se exponen y tomar medidas efectivas para protegerlos.
La importancia de identificar los activos críticos radica en que:
Permite priorizar los esfuerzos para proteger los activos importantes para el negocio.
Se hace más sencillo identificar las brechas tecnológicas y así reforzar las áreas con mayores vulnerabilidades.
Un inventario de activos, ayuda a las empresas a cumplir con las normativas de protección y seguridad de la información.
La evaluación de vulnerabilidades y análisis de riesgos debe realizarse de forma continua y exhaustiva, toda vez que los ciberataques cambian con el tiempo.
Cuando se realiza este análisis, hay algunos aspectos que deben tomarse en cuenta, ¡veamos!:
Amenazas: ¿cuáles son esos eventos y acciones que ocasionan riesgos de seguridad? Debe considerar que pueden ser físicas, cibernéticas o humanas.
Vulnerabilidades: son las debilidades de los activos que pueden ser explotadas por las amenazas.
Impacto: se trata del daño que llega a causar una amenaza proveniente de una vulnerabilidad. El impacto puede ser económico, legal o afectar la reputación de la marca.
La importancia de la evaluación de riesgos radica en la capacidad de comprender y mitigar los peligros y el nivel de riesgo, asegurando así la protección adecuada de los activos críticos y creando un marco para prevenir posibles incidentes.
La comprensión de las vulnerabilidades debe ser profunda, porque es la forma más efectiva de implementar medidas correctivas y preventivas para deducir la exposición a amenazas potenciales a la seguridad informática.
Implantar políticas de seguridad y procedimientos bien definidos es crucial para garantizar una defensa robusta de los sistemas de información. Estas directrices establecen las bases para la gestión proactiva de la seguridad.
Existen algunos aspectos críticos que sí o sí deben abordarse. Los explicamos a continuación:
Gestión de contraseñas: un control de acceso de gran importancia son las contraseñas, no basta con escribir una contraseña y ya, tienen que ser robustas, pasar los estándares de autenticación. Además, es preciso capacitar al personal sobre buenas prácticas en el uso de las contraseñas para evitar incidentes de seguridad y lograr el cumplimiento en ciberseguridad y privacidad.
Para gestionar las contraseñas, la empresa puede establecer requisitos. Por ejemplo, definir la longitud, la complejidad y la frecuencia de cambio para su correcto funcionamiento.
Control de acceso: en un inventario de seguridad no pueden faltar un eficaz control de accesos, porque este garantiza que solo el personal autorizado ingrese a los activos de información.
En materia de seguridad, es necesario definir los niveles de disponibilidad de la información para que los empleados ingresen solo a las áreas que competan a sus funciones. De esto depende, en gran medida, mantener la integridad del sistema.
Implementación de prácticas de seguridad coherentes en toda la organización: la cultura de seguridad debe formarse desde dentro de la compañía, porque debe estar arraigada a todo el personal, independientemente de su cargo o función, incluyendo a la alta dirección.
Entonces, debe ser una prioridad la concientización sobre las amenazas potenciales, la implementación de buenas prácticas y la promoción de comportamientos que refuercen la seguridad.
Algunas ideas pueden ser: incluir aspectos como el uso de dispositivos móviles personales en el trabajo, el manejo de información confidencial, sistemas de detección y los protocolos de respuestas ante incidentes.
De nada vale contar con un catálogo de controles de seguridad para los activos de información sin monitorear de forma continua y oportuna la respuesta a los incidentes.
La mejora continua es crucial para detectar posibles amenazas antes de que se conviertan en incidentes, mientras que la respuesta a incidentes ayuda a mitigar el impacto.
Al referirnos a las respuestas a incidentes, se traduce en identificar, investigar y responder a un incidente de seguridad. El objetivo es restaurar la operación normal lo más rápido posible.
Para este paso, existen herramientas digitales como:
SIEM (Sistema de Gestión de la Seguridad de la Información)
IDS (Intrusion Detection Systems)
IPS (Intrusion Prevention Systems)
Las amenazas pueden provenir de fuentes externas e internas. Entre las más comunes se encuentran los ciberdelincuentes, los empleados y los descuidos humanos. Todos con un alto nivel de riesgo.
Hay algunas medidas para mitigar estas amenazas, como:
Firewalls.
Antivirus.
Educación y concienciación de los empleados.
Implementación de controles de acceso.
Monitoreo continuo de la actividad de la red.
También puede tomar en cuenta estos consejos adicionales para su inventario de salvaguardias:
Realice copias de seguridad de los datos de forma regular.
Mantenga su software actualizado.
Utilice contraseñas seguras y únicas.
Sea cuidadoso con los correos electrónicos y enlaces maliciosos.
Determine los recursos necesarios para el buen funcionamiento de su política de seguridad de la información.
La eficacia de los sistemas de Ciberseguridad tiene mucho que ver con su actualización y mantenimiento.
Ya mencionamos que las amenazas cibernéticas evolucionan, por lo que en un inventario de seguridad, es preciso aplicar las últimas actualizaciones de software y hardware para fortalecer las barreras digitales y garantizar la seguridad física de los equipos.
Además, para que el proceso sea efectivo es preciso:
Definir cómo será el proceso de actualización y mantenimiento.
Implementar un sistema de gestión de vulnerabilidades.
Formar a los empleados sobre la importancia de la actualización y el mantenimiento.
La Ciberseguridad de las empresas debe asumirse con un enfoque integral que incluya medidas de protección contra amenazas, sistemas de control, proceso de actualización y mantenimiento continuo.
La sinergia entre todos los componentes del listado de medidas de seguridad, como la identificación de activos críticos, evaluaciones, políticas de seguridad, monitoreo, protección y actualización, es esencial para proteger los activos y datos de la empresa, además de garantizar la continuidad del negocio.
En ne Digital le ayudamos a desarrollar estrategias con altos niveles de seguridad para proteger sus sistemas operativos e información valiosa de la organización y la seguridad de los sistemas.
Si le interesa saber más sobre Ciberseguridad, le sugerimos la siguiente lectura: Azure VPN: ¿Qué es y por qué es vital para su empresa?