En los últimos años, los servicios en la nube han sido parte fundamental del crecimiento y desarrollo de la sociedad, la economía y la industria tecnológica.
Sin embargo, existen muchos profesionales que aún usando una gran parte de las herramientas disponibles y estando familiarizado con conceptos relacionados al área, no comprenden en su totalidad qué es y para qué sirve este ecosistema.
Si este es su caso, y desea aprender de forma amplia sobre los servicios en la nube, en este post tendrá la oportunidad de descubrir:
¡Buena lectura!
En síntesis, la nube no es más que una infraestructura tecnológica interconectada entre sí a través de una red mundial de servidores, donde cada uno ejecuta una misión en concreto.
Es importante resaltar que "la nube" no es una entidad física que puede ser encontrada en alguna parte del mundo. En realidad, se trata de miles y cientos de miles de servidores en diferentes partes del globo que se encuentran conectados para funcionar de forma compacta.
En otras palabras: la nube es el concepto que hace referencia a la unión de diversos dispositivos informáticos que operan de forma simultánea y como un ecosistema digital único.
Cada uno de estos componentes posee un propósito determinado, como lo pueden ser:
La gran diferencia que tiene la nube con medios tradicionales de almacenamiento, gestión de datos y aplicaciones informáticas es, precisamente, permitir el acceso a ellos desde cualquier parte del mundo únicamente a través de una conexión a Internet.
De allí viene el concepto de "nube", ya que "flota" encima de nosotros y nos permite manejar casi todo tipo de información sin tener que guardarla físicamente en un dispositivo o equipo móvil.
Los servicios en la nube o cloud computing han sido la piedra angular donde la mayoría de las estrategias disruptivas e innovadoras a nivel empresarial se han sostenido en la última década.
El hecho de contar con infraestructuras y sistemas de software administrados por expertos y disponibles para todo tipo de negocios y usuarios ha permitido que múltiples organizaciones se equipen con recursos que, en el pasado, solo eran un sueño.
Por ejemplo, los servicios en la nube han hecho posible que pequeñas y medianas empresas cuenten con soluciones como:
Esto quiere decir que el cloud computing le ha abierto la puerta a todo tipo de organizaciones para que adopten herramientas innovadoras y solo paguen por el tiempo o las funcionalidades que necesitan, en lugar de tener que hacer grandes inversiones para entrar en la transformación digital.
Si se quiere descifrar al 100% lo que es un servicio en la nube, es crucial hablar de las tres formas diferentes en las que se puede implementar, a través de las nubes pública, privada e híbrida.
Cada uno de ellas responde a necesidades específicas de los usuarios y las empresas, y a continuación las analizamos.
Se trata del tipo de nube más común, ya que se basa en un proceso de implementación a través de servicios de propiedad de un proveedor, que es el encargado de administrar y distribuir las funciones apoyándose en la red.
Usando servicios de nube pública, tanto el hardware como el software, así como los demás componentes inherentes al servicio, pertenecen enteramente a la organización y persona que los provee.
Esto quiere decir que, dentro de sus capacidades, toda la infraestructura de hardware, almacenamiento, dispositivos de red y componentes subyacentes es compartida entre varios usuarios a través de una puerta de acceso (generalmente un explorador web).
Estos "inquilinos" de la nube poseen cuentas separadas que les permiten gestionar diferentes tipos de procesos y actividades dentro de la plataforma tecnológica, por ejemplo, servicios de email, ofimática, almacenamiento, entornos de desarrollo informático y mucho más.
Desde luego, esta modalidad permite ofrecer diversos beneficios a personas y empresas, como:
Por otra parte, una nube privada se trata de todos los servicios en la nube que se proporcionan exclusivamente para una sola empresa u organización.
Es decir, toda la infraestructura tecnológica está a la disposición de un usuario único, permitiéndole mayor capacidad de gestión de todo el sistema.
La nube privada puede estar posicionada estratégicamente en cualquier lugar, sin embargo, generalmente cuando se cuenta con este tipo de servicio, es ubicada dentro del centro de datos de la organización o dentro de las instalaciones de un proveedor.
Una de las más grandes diferencias que existen entre la nube pública y la nube privada es que los servicios e infraestructura se ejecutan dentro de una red propia y custodiada, por lo cual los recursos de hardware y software existen solo para la empresa que los contrata.
Este tipo de herramienta es, sin duda, una respuesta ante la necesidad de compañías y usuarios por tener soluciones personalizadas para cumplir con propósitos específicos de Tecnologías de la Información.
Gracias a la gestión integral que proporciona este tipo de servicio en la nube, los usuarios pueden acceder a beneficios como:
Como tercera vía, existe este modelo que combina al menos una nube privada con una pública, con la finalidad de ofrecer un esquema de almacenamiento optimizado y flexible.
De esta manera, la nube híbrida se convierte en una excelente alternativa para empresas que ya han hecho una inversión en una infraestructura de TI y almacenamiento, pero que desean ahorrar costos y, al mismo tiempo, acceder a recursos computacionales que no tienen internamente.
En conclusión, es una infraestructura propia potenciada con recursos de la nube pública.
Además de estos tres tipos principales, en algunos casos también se considera las multinubes (multicloud) como un cuarto grupo, que puede combinar diferentes infraestructuras de nube, pero de una misma clase (pública o privada).
En este punto seguramente habrá deducido que los servicios en la nube no se limitan a un solo factor dentro de las operaciones y actividades informáticas de las empresas, ¿no es así?
Está en lo correcto, ya que este tipo de soluciones se dividen de acuerdo con las capacidades tecnológicas y operaciones digitales que son capaces de realizar y que se adaptan a las iniciativas generales y recurrentes que vemos en las organizaciones actuales.
Los servicios en la nube van desde el almacenamiento de información, hasta call centers o banca de inversión. Independientemente del área, sector, giro o industria en la que su empresa se encuentre actualmente, existe un servicio en la nube para usted.
Ahora bien, estos cuentan con clasificaciones bien marcadas y específicas que vale la pena revisar y conocer.
IaaS (Infraestructure-as-a-Service) o infraestructura como servicio engloba todos aquellos servicios en la nube que proporcionan infraestructura informática a usuarios en cualquier parte del mundo. Su característica principal es que el proveedor se encarga de gestionar toda la plataforma física y garantizar la disponibilidad de recursos a medida de forma virtual.
Este modelo de computación en la nube ofrece recursos bajo demanda a empresas y personas, lo cual lo convierte en un esquema realmente atractivo frente a métodos tradicionales como la adquisición e instalación de equipos propios.
En el pasado, las empresas debían comprar los dispositivos correspondientes según sus necesidades, y seguir un proceso de aprovisionamiento que podía demorar semanas e, incluso, meses. Además, tenían que invertir en estructuras físicas como salas o centros de datos, donde profesionales contratados de TI gestionaban dichos equipos.
Esto ha cambiado drásticamente desde que existen los servicios en la nube, ya que los recursos que se ofrecen funcionan como servicios individuales para adaptarse a los requerimientos puntuales, dejando al proveedor a cargo de la administración de la infraestructura física.
Dentro del cúmulo de posibilidades que una infraestructura como servicio puede poner encima de la mesa para empresas y particulares encontramos:
La Platform-as-a-Service (PaaS) o plataforma como servicio es un tipo de servicio en la nube en el cual el proveedor ofrece acceso a ecosistemas digitales en los que las personas y empresas pueden diseñar, crear y compartir sus aplicaciones sin tener que adquirir infraestructura subyacente.
Este conjunto de servicios permite que los usuarios a nivel empresarial o particular puedan crear aplicaciones de forma rápida, escalable y rentable.
Asimismo, proporciona funcionalidades enfocadas en el diseño y flujos de trabajo, APIs para administrar software y dar soporte web.
En el modelo PaaS, los usuarios aprovechan una plataforma lista para implementar aplicaciones, donde el proveedor administra la infraestructura. Esto lo diferencia del esquema IaaS, que se centra en la disponibilidad de infraestructura con diversos fines, como almacenamiento o servidores para ser gestionada por los mismos usuarios.
El Software-as-a-Service (SaaS) o software como servicio es un tipo de servicio en la nube que permite la disponibilidad de soluciones informáticas a través de Internet.
Tiene la particularidad ofrecer aplicaciones que son ejecutadas en servidores remotos de empresas proveedoras. Estas son responsables de gestionar el acceso, así como del mantenimiento de la estructura de datos, la conexión a la red y cualquier otro elemento necesario.
Dentro de sus muchos beneficios se encuentran:
Dicho todo esto, queda un punto fundamental por explicar y que constituye un factor esencial en las operaciones tecnológicas de cualquier empresa: la Ciberseguridad.
Si bien los servicios en la nube ofrecen un cúmulo de posibilidades muy atractivas para empresas y usuarios en Internet, la transformación digital y la disponibilidad de las herramientas tecnológicas han creado diversos riesgos que es preciso abordar y tener en cuenta.
En este sentido, es importante comprender que los métodos de Ciberseguridad en la nube dependen de cada proveedor de cloud de acuerdo con las estrategias y características de su infraestructura.
Teniendo esto en cuenta, a continuación abordaremos cuáles son las amenazas más importantes que acechan a las empresas - e incluso a los particulares - dentro de los entornos en la nube:
Si bien está claro que parte de la responsabilidad de proteger y salvaguardar los activos informáticos de las empresas recae directamente en los proveedores del servicio, es lógico pensar que siguiendo buenas prácticas internas se pueden evitar gran parte de las amenazas.
A continuación, algunas de las recomendaciones más importantes, impulsadas por estándares como el marco de ciberseguridad del NIST, para reducir este tipo de eventos desafortunados.
En primer lugar, es importante crear acuerdos con el proveedor del servicio para proporcionar privilegios de acceso solo a quienes deban tenerlos.
La empresa u organización que adquiere las soluciones debe decidir qué tipo de funcionalidades espera recibir y el nivel de privilegio de diferentes usuarios.
Así se estará velando por el cumplimiento normativo dentro de la empresa y los tomadores de decisiones tendrán en sus mano la garantía de que los métodos de Ciberseguridad aplicados son los correctos.
Asimismo, para reducir amenazas como la suplantación de identidad (phishing) o malware de rescate (ransomware) y mitigar los efectos negativos si se es víctima de estas prácticas, contar con métodos de recuperación ante desastres es la solución definitiva para garantizar el respaldo de los datos fuera del acceso de los cibercriminales.
Resulta clave contar con copias de seguridad o backups de forma periódica, respaldando la la información crítica y sensible de la organización en ubicaciones físicas o remotas separadas del entorno del servicio en la nube.
El acuerdo sólido de nivel de servicios o SLA (service-level agreement) define puntualmente las responsabilidades que tienen las partes dentro de una relación entre proveedor y cliente de servicios en la nube.
Gracias a esta determinación, garantizará que tanto el control como el acceso, el nivel de servicios y la seguridad tengan metodologías de trabajo claras, con sus respectivos encargados.
Por último, encontramos la definición del contrato de la arquitectura en seguridad, donde se establezcan claramente las condiciones relacionadas al firewall, los antivirus y la protección contra ataques DDoS, entre otros elementos.
El almacenamiento de datos en la nube es, sin duda, uno de los grandes usos y aplicaciones de los servicios cloud en todo el mundo, gracias a beneficios como accesibilidad, disponibilidad y facilidad de uso.
Algunas de las soluciones en este segmento que pueden aplicarse dentro de las empresas son:
Se trata de un recurso SaaS que permite unificar todas las herramientas tradicionales de Office con plataformas de comunicación avanzadas, entornos inteligentes de cloud y métodos de Ciberseguridad que cumplen con los más altos estándares.
Microsoft 365 proporciona servicios de migración de datos en buzones de email, calendarios, discos personales y servicios de archivos corporativos en una interfaz completa y escalable para los usuarios.
Azure, otra herramienta de Microsoft, resulta ideal para empresas y organizaciones que necesiten administrar sus infraestructuras de TI de forma optimizada y a la vez simple.
Gracias a esta solución, dejará de reaccionar ante eventos de forma tardía y podrá acceder a servicios administrados de TI para supervisar y gestionar los sistemas, estandarizando sus flujos de trabajo para alcanzar la máxima eficiencia en el área de almacenamiento de información.
Asimismo, este tipo de servicio en la nube facilita la realización de auditorías de seguridad de datos, al igual que el análisis de los flujos de información para determinar posibles fallas o riesgos potenciales.
Si usted llegó hasta este punto, muy posiblemente se encuentre listo para empezar el camino hacia la transformación digital avanzada de su empresa y la optimización de sus procesos de TI relacionados con la utilización y mejoramiento de servicios en la nube.
La asesoría experta lo ayudará a definir el servicio en la nube adecuado, así como la infraestructura ideal en términos de eficiencia y Ciberseguridad.
Por ello, lo invitamos a comunicarse con nuestro equipo para guiarlo hacia la consecución de sus objetivos, de acuerdo con las particularidades de su negocio e industria. ¡Lo esperamos!