La transformación digital no se detiene y se ha convertido en una aliada para el crecimiento, desarrollo y protección de las empresas. Ante esta realidad, es normal que surja la duda sobre qué tipo de infraestructura es mejor: Cloud vs. On-Premise. La verdad es que ambas tienen características que aportan valor y vale la pena considerarlas en su estrategia de tecnologías de la información y gestión de bases de datos a largo plazo.
Hace un par de décadas, los servidores internos eran la única opción disponible para las organizaciones. Sin embargo, gracias al nivel de madurez de la digitalización en la situación actual del mercado, el almacenamiento de información es cada vez más amplio y las empresas requieren modernizar sus estructuras, hacerlas más eficientes y encuentran en la nube una opción que satisface sus necesidades, especialmente en cuanto a reducción de costes y seguridad de la información.
Para elegir la infraestructura más adecuada, contemplando los recursos necesarios, hay que entender el funcionamiento de cada una, sus ventajas y desventajas. Por eso, haremos una comparativa de On Premise vs Cloud y, al final de este post, sabrá qué aspectos considerar para tomar una decisión.
Cloud vs. On-Premise: ¿cuál es la mejor opción?
Ambas estructuras tienen ventajas y, en la práctica, el uso de una u otra depende de las necesidades de la compañía y las particularidades de sus sistemas de información, así como de los objetivos específicos que haya trazado para su modelo de negocio.
Para algunas organizaciones, la infraestructura local es de gran valor, porque puertas adentro se tiene el control absoluto del sistema. Claro, es necesario contratar a un equipo de mantenimiento que se convierte en parte importante de los procesos empresariales.
Esto ocurre porque, cuando se incorpora On-Premise como estructura de almacenamiento, no solo se instalan sistemas físicos o entornos TI que poseen una gran cantidad de componentes de hardware, red y software, sino que también requieren de cuidados profesionales para su correcto funcionamiento.
Además, es la empresa la encargada de la configuración del hardware, comprar licencias y actualizar los sistemas, entre otros procesos. Para ello, se precisa personal calificado.
Ahora bien, en la última década, la nube ha tenido un crecimiento exponencial al punto que, en 2021, el pago por servicios cloud en todo el mundo ascendió a 62.300 millones de dólares.
Con Cloud, un proveedor aloja el software en un centro de datos, las empresas acceden a este como un usuario y el requisito indispensable para utilizar el espacio es contar con conexión a internet.
En este modelo de almacenamiento, la empresa no es responsable de realizar instalaciones, actualizaciones, ni mantenimiento. Además, cede el control a un proveedor.
¿Cuáles son las diferencias entre Cloud y On-Premise?
Como ya lo explicamos, la principal diferencia entre Cloud On-Premise es que el software de la nube se ejecuta en servidores remotos y centros de datos virtuales, mientras que para On-Premise se utilizan dispositivos físicos locales.
Hay más características que los diferencian y son estas las más importantes:
- Mientras que On-Premise requiere de una inversión para la instalación y mantenimiento de hardware, la nube ofrece escalabilidad y flexibilidad.
- Las soluciones en la nube cuentan con medidas de seguridad avanzada con acceso a datos desde cualquier lugar solo con conexión a internet. On-premise ofrece más control sobre la información y admite requerimientos específicos para la ejecución de protocolos.
- Con On-Premise, las actualizaciones del software son responsabilidad del usuario. Mientras, en la nube, al estar vinculadas al proveedor de servicios, se fomenta la mejora continua. Esto permite que los usuarios reciban más beneficios de forma frecuente.
- Cloud posee una amplia capacidad de respuesta ante desastres e interrupciones, lo cual representa una gran ventaja competitiva y un servicio de alto nivel. Mientras, con On-Premise los cambios y ajustes se ejecutan de acuerdo con necesidades específicas.
¿Qué tener en cuenta a la hora de tomar una decisión?
En la era digital, las necesidades de las empresas cambian de forma constante y la elección de una infraestructura debe ir acorde con los recursos y procesos de la compañía según las buenas prácticas de transformación digital.
Pero, ¿cómo tomar una decisión acertada? Hay cuatro factores importantes que los Chief Information Officer (CIO) y su equipo deben tomar en cuenta. Nos referimos a los siguientes aspectos:
1. Costos
El modelo Cloud suele ser más económico en cuanto a infraestructura y mantenimiento, porque se paga una suscripción y, por lo general, mensualidades de mantenimiento a bajo costo durante todo el ciclo de vida de los datos, incluyendo además elementos operativos como las copias de seguridad e incluso plan de continuidad y recuperación ante desastres.
En los software On Premises se adquiere una licencia de manera indefinida y se cancela solo una vez por ella; estas licencias suelen ser costosas.
2. Escalabilidad
En la nube, las compañías pueden escalar sus recursos en gran medida y de forma sencilla según sus necesidades. Conforme a la carga de trabajo, es necesario el aumento del tamaño de almacenamiento y esto, en la nube, está al alcance de un clic.
Además, con Cloud existe la posibilidad de añadir y eliminar usuarios y flujos de trabajo sin esfuerzo.
Los hardwares locales tienen recursos limitados y, para un mayor tamaño, es necesario aumentar también el hardware, lo que se traduce en costos de adquisición y mantenimiento.
Algunos formatos de On Premise permiten hacer extensiones al software, pero en la mayoría de los casos la solución es adquirir uno nuevo.
3. Acceso a internet
El software de Cloud se aloja en servidores distantes y, para acceder a la información el usuario, debe contar con conexión a internet. Mientras que con On Premise hay que asegurarse de que el hardware sea el adecuado y el software sea compatible para un correcto proceso de gestión de datos.
4. Seguridad
En materia de seguridad, en la nube se aplican estrategias de protección de datos y prevención de cualquier tipo de ataques informáticos que puedan causar daños a la empresa. Estos planes de seguridad son bien diseñados para reducir de forma considerable las intrusiones.
Todo esto es responsabilidad del proveedor de servicios, lo cual facilita su gestión de la seguridad y resta peso operativo de la gestión de proyectos en general.
En una infraestructura local, la compañía se encarga de proteger su información de acuerdo con su propia estrategia de gestión de riesgos. Las medidas de seguridad informática deben abordarse de forma física.
Además de estos cuatro puntos, al valorar una forma de almacenamiento y un determinado proveedor, es importante que analices qué tanto te facilitará cumplir con buenas prácticas y estándares internacionales de seguridad como la norma ISO/IEC 27000, el NIST y leyes europeas impulsadas en los últimos años, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
La capacidad de resolución de problemas y los acuerdos de nivel de servicio son otros aspectos elementales para garantizar un entorno de almacenamiento de alta calidad y seguridad, que agregue valor a su estrategia de negocio y estructura organizativa.
Facilitar los procesos de la empresa sí es posible
La idea de escoger entre Cloud vs. On-Premise es que la empresa cuente con Ciberseguridad, sea más productiva, se faciliten los procesos, mejore el trabajo en equipo y el almacenamiento de datos se haga de forma eficiente.
Además de factores como costos, seguridad y escalabilidad, también hay que considerar el espacio físico, soportes, mantenimiento y, sobre todo, necesidades particulares durante el proceso de toma de decisiones para la gestión de servicios y proveedores.
Una valoración técnica y estratégica antes de la implementación de sistemas de gestión de datos es una de las mejores prácticas en todo departamento de TI, y te invitamos a ejecutarla con ayuda de expertos.
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