El control interno en la prevención de fraudes en empresas es una herramienta indispensable para blindar los procesos, proteger los activos empresariales y contribuir al desarrollo de los negocios.
Actualmente, se implementa a través de consultorías de ciberseguridad, ideales para una gestión anticorrupción que inicia en la alta dirección, que debe asumir la responsabilidad de crear una cultura ética alineada con el código de conducta y el código de ética de la organización. Esto incluye la realización de auditorías internas periódicas y evaluación del riesgo para asegurar la efectividad de los controles internos.
La consultoría de ciberseguridad ha cobrado especial relevancia en los últimos años, en países como España, Colombia, México y Estados Unidos, donde se han registrado casos de fraude significativos. La auditoría interna y la gestión de riesgos son clave para prevenir el riesgo de fraude y fortalecer la seguridad razonable dentro de las organizaciones. Además, la evaluación de riesgos es fundamental para identificar posibles fraudes y diseñar controles internos que los mitiguen.
Si quiere saber cómo evitar el fraude en las empresas por falta de controles internos, siga leyendo, porque hemos preparado un material interesante y completo que le será de utilidad.
¿Qué podemos hacer para evitar el fraude?
El riesgo de fraude siempre está latente en las empresas, por ello es indispensable crear y aplicar políticas para prevenir actividades ilícitas dentro de la organización. La implementación de un sistema de control interno sólido es esencial para la prevención de fraudes y la detección de fraude. Para evitar el fraude, es aconsejable seguir los siguientes pasos:
1. Evaluar riesgos
Lo primero que debemos identificar en un plan de cómo prevenir fraudes en las empresas, son las vulnerabilidades del negocio, cuáles son los fraudes más probables y los factores que los facilitan. Esto permite dirigir la estrategia de prevención del fraude hacia áreas críticas.
2. Diseñar un plan de control
Una vez que hemos identificado las vulnerabilidades, es momento de diseñar un plan que mitigue el riesgo de fraude. Estos deben cubrir todas las áreas operativas, incluyendo estados financieros, conciliaciones, sistemas de información y actividades fraudulentas. Consideremos tres tipos de controles:
-
Preventivos: diseñados para evitar que ocurra el fraude.
-
Detectivos: identifican el fraude una vez que ocurre.
-
Correctivos: corrige el fraude cuando ya ha ocurrido.
3. Dar a conocer los controles
Para poner en marcha el plan de control, el primer paso es capacitar a los empleados. Ellos son parte fundamental de los procesos y, por lo tanto, deben conocer los procedimientos y estar al día con las políticas que se implementan en la organización.
Es importante que, al aplicar los controles, se asegure de que el proceso se haga de manera efectiva.
4. Aplicar, monitorear y evaluar
No puede simplemente diseñarse un plan para el control interno en la prevención de fraudes en empresas y dejar que funcione solo. Como en cualquier otro proyecto, es necesario monitorear y evaluar para asegurarse de que funcione de manera correcta. El uso de tecnologías como la inteligencia artificial puede facilitar la detección del fraude y el análisis de datos.
La recomendación es realizar auditorías internas y externas de forma regular.
Además, es esencial contar con programas de auditorías de seguridad y gestión del riesgo para evaluar la eficiencia de los controles y tomar las medidas correctivas necesarias. Instituciones como el Instituto de Auditores Internos y la ACFE (Association of Certified Fraud Examiners) proporcionan guías y recursos para la prevención del fraude y la mejora del gobierno corporativo.
¿Qué es un control de fraude?
Es el conjunto de las políticas y los procedimientos diseñados para prevenir, detectar y corregir prácticas deshonestas que puedan causar daños a la empresa.
Se establecen para proteger activos, garantizar la transparencia de los registros financieros y fomentar la responsabilidad de los integrantes de la organización, desde la más alta gerencia hasta los empleados.
Consiste en un sistema que funciona como filtros en los procesos de compras, licitaciones, transacciones, acceso a cuentas bancarias, elaboración de nóminas, inventarios y cualquier trámite que involucre aspectos financieros.
En la actualidad, la tecnología es una de las mejores aliadas en la búsqueda de cómo prevenir fraudes en las empresas. Por ejemplo, la digitalización y la automatización de tareas repetitivas permiten mayor seguridad para la lucha contra el fraude.
¿Qué evita el control interno?
Los objetivos del control interno son la detección de fraudes para proteger los recursos de la empresa, mantener registros financieros transparentes y reforzar la responsabilidad y honestidad de los miembros de la organización. En este sentido, la aplicación de políticas internas para evitar actividades ilegales es ideal para evitar:
Fraudes
La falta de controles internos es una de las causas de fraudes en las empresas, pues las actividades deshonestas no son fiscalizadas ni castigadas. Y al contrario, las políticas antifraude establecen obstáculos que evitan irregularidades.
Por ejemplo, ejercen un mayor control en los niveles de seguridad, accesos, compras, inventarios y nóminas, entre otros procesos.
Ineficiencia
El control interno en la prevención de fraudes en empresas establece políticas claras, manuales de procedimientos y guías paso a paso que aumentan la efectividad de las operaciones y disminuyen la ineficiencia.
En otras palabras, los procedimientos claros minimizan las prácticas que conducen a errores.
Pérdidas económicas
El control interno ayuda a proteger los activos de la empresa, previene los robos o el uso indebido de los recursos.
En este punto, hay mayor eficiencia cuando se aplican controles tecnológicos, porque en el universo digital siempre queda una huella. Gracias a ello, es más difícil realizar acciones voluntarias que afecten la estabilidad económica de la compañía.
Pérdida de datos y seguridad de la información
La información y los datos que maneja una compañía, bien sean de la propia organización o de sus clientes y proveedores, es valiosa. Perderla o filtrarla puede costar dinero y afectar la reputación empresarial.
El control interno es aliado de las medidas de seguridad para prevenir la pérdida de datos y proteger la confiabilidad e integridad de la marca.
¿Cómo disuadir el fraude?
En la era digital, la tecnología es la mejor herramienta para minimizar el riesgo de fraude en las empresas debido a su eficacia para prevenir la filtración de datos y controlar la privacidad de la información.
Estas son algunas prácticas que estamos seguros le serán de utilidad:
-
Implementar controles de seguridad: además de establecer políticas, los empleados deben estar al tanto de la importancia de los controles de seguridad y los riesgos que conlleva romper la cadena; por lo tanto, deben comprometerse a seguir paso a paso los esquemas propuestos.
-
Poner en marcha un programa de gestión de riesgos: esta la mejor manera de evitar la filtración de datos y la pérdida de privacidad de la información.
-
Establecer programas de auditorías de seguridad: las auditorías ayudan a evaluar la eficiencia de los controles de seguridad para identificar las áreas que se deben mejorar y tomar los correctivos que permitan corregir fallos y minimizar riesgos.
Existen proveedores de servicios de seguridad digital para ayudar a las a proteger sus datos y elaborar un plan de seguimiento de los procesos en pro de la transparencia, como puede ser la detección de fraudes en auditoría.
Ahora que ya sabes por qué el control interno en la prevención de fraudes en empresas es una herramienta indispensable para el desarrollo del negocio, le invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales para estar al día con lo último en avances tecnológicos para su organización.
