A medida que avanza la tecnología, y con ello el uso de la nube, el Internet de las Cosas (IoT) y otros mecanismos de digitalización, los problemas Ciberseguridad se han vuelto más sofisticados y de allí la necesidad de que, en los protocolos de compliance (cumplimiento), se establezcan normas para garantizar la confidencialidad de los datos.
La ausencia de Ciberseguridad genera las condiciones ideales para que la ciberdelincuencia perpetre ataques que tienen efectos negativos en la estructura empresarial. Estas repercusiones suelen afectar la credibilidad de las marcas y las finanzas a tal punto que pueden determinar la permanencia o no en el mercado.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) de España, el 60% de las empresas que sufren ciberataques de gran magnitud se ven obligadas a cerrar, porque las pérdidas ascienden a cifras millonarias. Esta es una de las razones por las que las grandes corporaciones ajustan sus estrategias de seguridad de forma continúa.
Pero, ¿cuáles son esos problemas que genera la ausencia de Ciberseguridad en las empresas? A continuación, abordaremos los más importantes.
1. Secuestro de datos
El secuestro de información (ransomware) ocurre cuando un software malicioso ingresa a los datos de la empresa, los bloquea y amenaza con impedir el acceso a ellos de manera permanente. Luego, exige el pago de una recompensa.
En 2021, los pagos por este tipo de extorsión ascendieron a 600 millones de dólares. Resulta preocupante que los delincuentes cibernéticos destinan parte de estos fondos a mejorar sus ataques. Por lo tanto, las compañías que no invierten en resguardar sus espacios digitales son víctimas fáciles de amenazas.
La infección en los equipos con uno de estos sotfwares ocurre a través de correos electrónicos, al hacer clic en un vínculo, usurpando programas de uso diario o aplicaciones, entre otros.
Entonces, ¿cómo evitar ser víctima de un ransomware? Contando con un buen software de seguridad que tenga la capacidad de eliminar las amenazas de cualquier equipo antes de cumplir su cometido, por medio del escaneo continuo de sus aplicaciones y herramientas.
También es importante establecer políticas y medidas de seguridad de la información asociadas a las respuestas que dará su empresa en caso de que, desafortunadamente, lleguen a perpetrarse con éxito ataques informáticos de este tipo, los cuales se han vuelto más comunes en los últimos años.
2. Fuga de datos
Se trata de la pérdida de confidencialidad de los datos sensibles que resguarda la empresa, como consecuencia de incidentes de carácter humano. En este punto, la información queda expuesta al público o entregada a terceros.
La documentación que suele ser vulnerada obedece a datos personales, información confidencial, secretos empresariales, financieros, entre otros. Este tipo de amenazas pone en riesgo la credibilidad de la compañía y la seguridad de las personas.
Existen dos tipos de fuga de datos:
- Internas: Su origen se encuentra en los empleados de la empresa que pueden perder la información de manera inconsciente al extraviar un dispositivo, documentos o por descuido en los protocolos de seguridad.
- Externas: Se refiere a accesos no autorizados a información sensible de la empresa y ocurre de fuentes externas. Por lo general, se hacen de estos datos para fines económicos.
3. Suplantación de identidad
La suplantación de identidad es uno de los problemas Ciberseguridad más comunes en las empresas. Consiste en engañar a una persona para superar los mecanismos de autenticación y protección y acceder a datos sensibles de la compañía.
Los hackers adoptan diferencias estrategias para ejecutar este tipo de ciberamenazas. Son comunes, por ejemplo:
- La falsificación de correos electrónicos;
- URL de sitios web falsos, que se comparten a través de redes sociales, correo electrónico e incluso mensajería privada como WhatsApp;
- Errores al tipear URL (typosquatting);
- Direcciones de IP falsas;
- Mensajes de texto;
- Falsificaciones profundas con el uso de Inteligencia Artificial (IA).
Los delincuentes del ciberespacio se aprovechan de la confianza de las personas para, con herramientas tecnológicas y usando nombres de otras empresas y servicios, acceder a información sensible y las bases de datos en general.
Este tipo de problemas de Ciberseguridad en empresas se pueden reconocer de forma rápida, ya que poseen características como:
- En los correos electrónicos suelen generar una sensación de urgencia. Por ejemplo: "si no accede a su cuenta ahora mismo, esta será bloqueada";
- Solicitan información sensible como contraseñas o respuestas a preguntas de seguridad;
- Los atacantes piden a sus víctimas mantener la confidencialidad del mensaje;
- Por lo general, los correos electrónicos de phishing tienen errores ortográficos;
- Contienen enlaces o archivos adjuntos.
4. Malware
Es un software malicioso que puede dañar o deshabilitar ordenadores, redes, dispositivos móviles y sistemas informáticos mientras asumen el control total o parcial del equipo. Incluso, puede emplearse a través de botnets, que son redes o conjuntos de robots que toman el control de los dispositivos con fines maliciosos.
Una vez que el malware se aloja en el sistema de la empresa, tiene el camino listo para robar, cambiar y borrar información. Además, posee la capacidad de alterar funciones para interferir en los procesos de la empresa.
Es posible que una organización sufra un ataque de malware y no lo sepa hasta que ya sea demasiado tarde. Por ello, es preciso prestar atención a algunas señales como:
- Reducción de la velocidad de los sistemas operativos;
- Aparición constante y repentina de anuncios emergentes;
- Bloqueo de sistema operativo, como Windows, lo cual arroja errores en reiteradas ocasiones;
- Pérdida de espacio del disco duro;
- Cambio en la página de inicio del navegador;
- Pérdida de capacidad funcional del antivirus o no admite actualizaciones, entre otras.
También hay que considerar que un malware sofisticado puede esconderse en el ordenador y obtener información sensible antes de emitir cualquier señal de alerta.
5. En general, ataques exitosos de hackers
Los piratas informáticos (hackers) son personas con conocimientos avanzados y gracias a ello acceden a sistemas, redes y dispositivos. Una vez dentro, pueden hacer cualquier cosa con la información de la empresa.
Para ello, son capaces de emplear mecanismos sofisticados de ataque a dispositivos móviles o de escritorio, centros de datos, redes y otras arquitecturas e infraestructuras críticas. Un ejemplo de este tipo de ciberdelitos de alta complejidad son los ataques de denegación de servicio (DDoS, por Denial-of-service attack).
No obstante, los piratas informáticos también pueden valerse de métodos más rudimentarios, como es el caso de la ingeniería social, una práctica común a nivel mundial y que ha sido capaz de vulnerar sistemas de información protegidos con una compleja política de seguridad, incluso en el sector de las administraciones públicas y los Gobiernos.
Los hackers se clasifican en tres tipos, según el tipo de ataque y los mecanismos que suelen emplear:
- De sombrero blanco (white hat): Son los que ingresan a los sistemas con el permiso de los propietarios y su objetivo es identificar debilidades en la Ciberseguridad.
- De sombrero negro (black hat): Se dedican a ingresar de forma fraudulenta en los sistemas para robar datos, infectar redes, suplantar identidades, asumir el control de los procesos, solicitar rescate por información sensible, entre otros delitos informáticos.
- De sombrero gris (grey hat): Es una mezcla de los hackers de sombrero negro y los hackers de sombrero blanco. Operan buscando las vulnerabilidades de los sistemas de una compañía sin autorización, luego presentan sus hallazgos a la empresa para ofrecer sus servicios.
¿Qué hacer para no ser víctima de amenazas informáticas?
Por fortuna, las medidas para protegerse de problemas Ciberseguridad también mejoran a pasos agigantados y las empresas pueden evitar ser víctimas de los ataques cibernéticos.
Algunas de las muchas medidas que se recomiendan tomar para prevenir incidentes de seguridad, incluyendo el robo de información personal y empresarial, son las siguientes:
- Mantener los antivirus actualizados, ya que estos buscan amenazas permanentemente;
- Usar un firewall (cortafuegos) que proteja la red privada y cifre la información enviada desde cada uno de los dispositivos;
- Actualizar los sistemas operativos y del softwares para estar al día con los parches de seguridad;
- Mantener oculta la red wifi;
- Realizar copias de seguridad de forma constante;
- Educar al personal en buenas prácticas para evitar los principales problemas de Ciberseguridad y evitar errores humanos.
Sumado a esto, su empresa debe mantenerse a la vanguardia de la industria de ciberseguridad, estudiando y entendiendo los nuevos mecanismos de ciberespionaje y delitos informáticos, especialmente de aquellos ataques dirigidos al ámbito corporativo.
Finalmente, considere el apoyo experto de un socio de Ciberseguridad, que lo acompañe de extremo a extremo en el diseño y ejecución de su estrategia de prevención.
Recuerde que no solo las grandes empresas son víctimas de incidentes de Ciberseguridad, incluso pequeños negocios y usuarios particulares son ataques todos los días y, por lo tanto, enfrentan desafíos y problemas de seguridad.
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